25 febrero 2009

Una nariz verde de payaso

Todo empezó hace unos 3 meses en una comida prenavideña, nos regalaron unas narices verdes de payaso. Fotos por aquí, coñas para allá y al final todo el día con las narices puestas.

Después de muchas copas, muchos bailes y algo de fútbol la noche nos llevo a una discoteca con sabor a cereza, donde me encontré con alguien. Tremenda suerte la mía. Le gusto la nariz. Se hizo fotos con ella y al final se llevo la nariz a 10600 kilometros de distancia..

Al otro lado del océano. Fin de año, punta del este. La nariz triunfa. Fotos por aquí, fotos por allá. Después de algunas copas y algunos bailes se pierde. Si, se pierde. Adiós a la nariz. No la busques más.No pasa nada.

Y todo acaba ahora, 3 meses después. Bajando por donde los garitos y aprovechando que había algo de Sol me fui a dar un vuelta por Madrid.

Andar, Metro, Compras....perdón he dicho Metro. Anden, muy largo. Llega el tren. Vacio. Primera estación de la linea. Eliges un punto del anden, eliges una puerta y entras. Izquierda o Derecha. Eliges un lado y te vas a sentar. Pero no puedes. Allí esta sola en el vagon. En un asiento, donde se iba a sentar ella hay una nariz verde de payaso.

Seguimos flipando.

2 comentarios:

NicoRP dijo...

Está claro que los 8 Días de San Valentín se han convertido en la Quincena del Amor.

Flipando me tienes.

Ahí lo dejo.
Ale.

Anónimo dijo...

Una historia así si que va a ser LEGENDARIA! joder, yo tambien estoy flipando. Yo quiero una historia asim.

abrazos