Ya está. Son las 2 de la mañana de la noche de reyes y acabo de terminar de envolver el último regalo.
Después de 4 días de compras, metros, colas, parkings y mucho, muchisimo gasto he terminado de ejercer de Melchor. Ahora solo queda recoger.
No, no me refiero a esperar a ver que me traen a mi. Me refiero a algo mucho mejor, recoger los resultados de estos 4 días de palizón.
Si, ha sido una paliza. He llegado todos los días cansado a casa, doblado de ir, volver y de volver a ir a uno u otro sitio pero me lo he pasado pipa. Desde que soy pequeño, y aunque no tuviese un duro, siempre me gustaba regalar cosas. Antes tenia que inventarme alguna chorrada o tirar de manualidades y ahora puedo estirarme un poco más (pero poco).
Cada uno tiene sus formas y maneras y la mía es currármelo. Me mola regalar algo que sé que hace ilusión, algo que alguien comentó hace meses que le gustaría tener o que sé que le va a traer buenos recuerdos.
Mis reyes empezaron a conspirar hace 6 meses en Buenos Aires y han terminado esta tarde en la Fnac. Desde Buenos Aires a Madrid, de algo de música a un poco de arte, de los cimientos de un gran artista a unas fotos para el recuerdo, de una moto de juguete a un pañuelo de gentleman.
Y lo mejor de todo esto es dar ese detalle. Ese momento se suele grabar en mi cabeza. A veces se falla, y se aprende, y otras triunfas como la CocaCola. Mañana y durante los próximos días voy a pasármelo pipa. Si a esto le añades que son las primeras navidades en las que mi sobrina se está enterando de qué va la cosa puedes imaginarte el día que me espera mañana.
Yo por mi parte solo he pedido dos cosas, la primera es que yo quiero quedarme tal como estoy ahora mismo, sin más ni menos, probablemente evolucionando y consagrando lo que ya tengo pero sin que se modifique mucho la historia y la segunda es que todo mejore para la persona que más quiero, que ya le va tocando también disfrutar de una vez. Y si no he sido muy bueno cómo para pedir dos cosas que solo me traigan la segunda.
Felices Reyes a todos.
Después de 4 días de compras, metros, colas, parkings y mucho, muchisimo gasto he terminado de ejercer de Melchor. Ahora solo queda recoger.
No, no me refiero a esperar a ver que me traen a mi. Me refiero a algo mucho mejor, recoger los resultados de estos 4 días de palizón.
Si, ha sido una paliza. He llegado todos los días cansado a casa, doblado de ir, volver y de volver a ir a uno u otro sitio pero me lo he pasado pipa. Desde que soy pequeño, y aunque no tuviese un duro, siempre me gustaba regalar cosas. Antes tenia que inventarme alguna chorrada o tirar de manualidades y ahora puedo estirarme un poco más (pero poco).
Cada uno tiene sus formas y maneras y la mía es currármelo. Me mola regalar algo que sé que hace ilusión, algo que alguien comentó hace meses que le gustaría tener o que sé que le va a traer buenos recuerdos.
Mis reyes empezaron a conspirar hace 6 meses en Buenos Aires y han terminado esta tarde en la Fnac. Desde Buenos Aires a Madrid, de algo de música a un poco de arte, de los cimientos de un gran artista a unas fotos para el recuerdo, de una moto de juguete a un pañuelo de gentleman.
Y lo mejor de todo esto es dar ese detalle. Ese momento se suele grabar en mi cabeza. A veces se falla, y se aprende, y otras triunfas como la CocaCola. Mañana y durante los próximos días voy a pasármelo pipa. Si a esto le añades que son las primeras navidades en las que mi sobrina se está enterando de qué va la cosa puedes imaginarte el día que me espera mañana.
Yo por mi parte solo he pedido dos cosas, la primera es que yo quiero quedarme tal como estoy ahora mismo, sin más ni menos, probablemente evolucionando y consagrando lo que ya tengo pero sin que se modifique mucho la historia y la segunda es que todo mejore para la persona que más quiero, que ya le va tocando también disfrutar de una vez. Y si no he sido muy bueno cómo para pedir dos cosas que solo me traigan la segunda.
Felices Reyes a todos.
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