No sé si era un reto personal, pura diversión o ganas de hacer algo diferente pero el tabernero ha conseguido llegar a Santiago de la manera mas complicada que existe, en bici.
Yo prometo no volverle a llamar Bebé Gigante, con que huevos le llamo yo eso a un pive que se ha hecho tantos kilómetros, mas de los debidos debido a pequeños problemas de organización, sobre un palo y un sillín.
Recomiendo encarecidamente la lectura de los posts que ha ido dejando en su blog, algunos de los momentos son para descojonarse.
Día 1: LLegada a Burgos
Día 2: Sin culo en Frómista
Día 3: Burgo Ranero
Día 4: Astorga desde Chernobyl
Día 5: Ponferrada y su Botillo
Día 6: El Cebreiro tampoco puede con nosotros (pero duele un rato!)
Día 7: Portomarín
Día 8: No es taan fácil llegar a Arzúa
La verdad es que me ha dado mucha envidia, ya no por darme cuenta una vez más, algo ya aprendido gracias al Abuelo, que el tabernero es de los mejores compañeros de viaje que te puedes echar a la mochila sino porque siempre he querido hacer este viaje pero creo que es imposible.
El mayor visitante del escaparate de Chaqués de Hackett siempre dice que estamos muy mayores para dormir en albergues, dar la vuelta a los calzoncillos cada noche y llevar todas tus pertenencias en la espalda. Y a veces, solo a veces, tiene tanta razón!
Enhorabuena Gusman!
El mayor visitante del escaparate de Chaqués de Hackett siempre dice que estamos muy mayores para dormir en albergues, dar la vuelta a los calzoncillos cada noche y llevar todas tus pertenencias en la espalda. Y a veces, solo a veces, tiene tanta razón!
Enhorabuena Gusman!
