¿Quién es este hombre?, pues este señor se llama Justo Gallego y su vida es un ejemplo de superación y constancia.
Allá por los años 50 una vocación tardía hizo ingresar a Don Justo en el Monasterio de Santa María de la Huerta, en la provincia de Soria. Don Justo pasó allí siete años hasta que enfermó de tuberculosis, esta enfermedad incurable en aquellos años, provocaron que fuese expulsado de la comunidad.
Su expulsión y la enfermedad provocaron a Don Justo una grave depresión, hasta que algo le dio sentido a su vida, ¿una visión?, posiblemente, lo cierto es que un 12 de octubre, Día del Pilar, colocó la primera piedra del templo que lo consagraría a esta virgen, en el municipio madrileño de Mejorada del Campo.
Desde hace 44 años este buen hombre ha dedicado su vida y su dinero a a la construcción de este templo, unas veces con las aportaciones voluntarias, materiales de construcción y en muchas ocasiones reciclando materiales de deshechos de obras, incluso hasta con restos de sepulturas.
Texto integro de El Mundo desde mi ombligo
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